Incluso cuando crees tener una buena audición, es esencial realizar un estudio auditivo anual a partir de los 55 años. Es común no ser consciente de problemas auditivos sutiles que pueden estar presentes, y algunas condiciones, como la presbiacusia o la pérdida relacionada con la edad, pueden desarrollarse gradualmente sin síntomas evidentes al principio. Esto es esencial no solo por las ventajas preventivas que conlleva, sino también para detectar cualquier cambio en la audición en etapas tempranas y abordarlo de manera proactiva.
Detección temprana de problemas auditivos
La evaluación regular puede detectar cualquier cambio en tu audición en una etapa inicial, lo que permite abordar problemas potenciales antes de que se agraven.
Detección de cerumen
Es habitual las consultas por molestia ó de pérdida auditiva. Las revisiones auditivas nos permiten abordar el problema de manera oportuna.
Orientación profesional
Obtienes una explicación detallada de los resultados, recomendaciones posibles y la ocasión para aclarar todas las dudas que se tenga.
Implementación de ayuda audioprotésica
En caso de una pérdida auditiva significativa, se brinda toda la información necesaria sobre cómo solucionar el problema mediante la implementación de audífonos. Actuar a tiempo puede ayudar a alcanzar buenas expectativas auditivas y prevenir el deterioro cognitivo, problemas de comunicación y dificultades en las actividades diarias.
Realizar evaluaciones regulares son una práctica fundamental para el cuidado integral de la salud auditiva y el bienestar general. Ayuda a mantener una buena audición y evita posibles complicaciones relacionadas con la salud auditiva, como la depresión, el aislamiento social y la disminución del procesamiento auditivo en el cerebro.
Mantener una buena salud auditiva, mejora la calidad de vida en general, facilitando la comunicación, las interacciones sociales y la participación en actividades cotidianas.
